domingo, 26 de diciembre de 2010

Feliz Navidad

Este ha sido un año intenso, un año de esperanza, de miedo, pero también de grandes alegrías.
Es hermosísimo ver cómo comienza una nueva vida, pequeña y frágil, rodeada de tanto amor.

Os deseo de corazón unas preciosas Navidades y un próspero Año Nuevo.
Sergio G.Ros

lunes, 6 de diciembre de 2010

Trece cuentos inquietantes, de Felisa Moreno


Autora: Felisa Moreno Ortega
Editorial: Hipálage.
ISBN: 9788496919297
Año de edición:2010


RESEÑA

Trece cuentos inquietantes
me ha hecho recordar las noches de televisión en blanco y negro, y más en concreto las de una mítica serie: Alfred Hitchcock presenta.
Cada capítulo comenzaba con una pequeña introducción del orondo y genial Hitchcock (casi siempre en tono irónico aunque versara sobre temas tan mordaces como el asesinato) que, al final, regresaba para “entre comillas” relatar una breve moraleja. ¡Cómo olvidar esa silueta tantas veces reproducida! ¿Verdad?

Trece cuentos inquietantes de Felisa Moreno bebe de esa fuente tan primitiva y poderosa, y por otro lado olvidada, que es el suspense, puro y desconcertante, donde cada relato tiene como epicentro a personas normales viviendo situaciones extraordinarias. Relatos, por otro lado, llenos de pequeñas obsesiones que los dotan de gran singularidad, inquietudes nacidas del día a día, cotidianas, y donde el lector puede verse reflejado y "conectar": los problemas de pareja, las relaciones paterno filiales, la soledad, el paso del tiempo, las casas que se convierten en cárceles… los atropellos de coches.

Quizá Felisa Moreno no haya alcanzado aún su cénit como escritora, pero puedo decirles que tiene valentía y que me han sorprendido gratamente dos cosas de su escritura: la fuerza de su sencillez narrativa y la originalidad de algunas de sus historias. Sobre todo me ha llamado la atención los relatos en primera persona, donde en escasas páginas es capaz de adentrarnos de lleno en un relato y pillarnos, como lectores, por la retaguardia. Si tuviera que apuntar uno de los relatos por encima del resto, diría que me encantó “La habitación del pensar”, puramente hitchcockiana, donde no hay seres sobrenaturales, ni apariciones… pero que es, sencillamente, muy, muy inquietante.
Sergio G.Ros
Sobre la autora:
Felisa Moreno Ortega
nació en Alcaudete (Jaén) el mismo año en que el hombre llegó a la Luna. Con su novela La asesina de los ojos bondadosos obtuvo el Premio de Escritores Noveles de la Diputación de Jaén. Ha recibido numerosos premios y menciones en diversos certámenes literarios nacionales e internacionales y tiene más de una docena de publicaciones en antologías de relatos editadas en España y México.
Trece cuentos inquietantes es su primer libro de relatos, publicado en septiembre de 2010 en la Editorial Hipálage.
Para saber más:
Su blog
“El sueño de las palabras”

martes, 23 de noviembre de 2010

Entrevista a María Dueñas

Entrevistas con El alma impresa:
María Dueñas
(publicada originalmente en la revista Prosofagia)
Por Sergio G. Ros

Hace ya algunos meses acudí a la librería Escarabajal de Cartagena para conocer en persona a María Dueñas, la autora de El tiempo entre costuras, la novela revelación del año.
Ana Escarabajal, la dueña de la librería, tuvo la cortesía de presentarme como coordinador de la tertulia que, mensualmente, celebrábamos allí. En todo momento María se mostró muy amable, aunque nos fue imposible mantener una charla continuada debido al incesante goteo de lectores que se acercaban a su mesa, conversaban con ella y le contaban lo mucho que les había gustado la obra. Observándola me pregunté qué es lo que estaría sintiendo en esos momentos: hacía apenas unos meses, aquella mujer nacida en Ciudad Real, doctora en Filología Inglesa y profesora titular de la Universidad de Murcia, era una desconocida para el gran público, y ahora estaba firmando la decimoquinta edición* de su primera novela.
De nuestro encuentro rescato la impresión de haber conocido a una mujer accesible, culta, de maneras delicadas y con la que congenié porque a ambos nos gusta mucho la novela Desgracia, de Coetzee. Aproveché esa mano tendida para hablarle de la revista Prosofagia, una revista literaria que había nacido en la virtualidad, y que contaba con muchos escritores noveles y no tan noveles entre sus filas, hispanohablantes de todo el mundo. Eso creo que le gustó, pues la editorial Temas de Hoy le había comunicado que probablemente en otoño iniciaría una gira para presentar la novela en Sudamérica.
Y así fue básicamente como nació esta entrevista.

*N del A.: A fecha de hoy ya lleva 23 ediciones, ronda los quinientos mil ejemplares vendidos y ya se ha anunciado una futura adaptación televisiva.
María Dueñas y yo en la librería Escarabajal

—María, como te comenté, entre los lectores de Prosofagia hay muchos escritores, y entre ellos muchos noveles. No es ningún secreto que el panorama literario actual, ensombrecido por la crisis, no deja muchos huecos para ellos, ¿qué puedes decirles de tu experiencia?, ¿fue fácil para ti conseguir agente literario y después editorial? ¿Hay esperanza para los que intentamos (y me incluyo) publicar?
—Yo creo que hay muchísima esperanza, y mi caso es un ejemplo de ello. Comencé a escribir sin conocer a nadie en el mundo editorial, y cuando digo a nadie me refiero a cero personas del sector: ni escritores, ni editores, ni periodistas culturales, ni críticos… Por esta razón, lo primero que decidí fue buscar una agencia literaria que me representara. Tuve suerte y me aceptó Antonia Kerrigan. Y ahí arrancó todo…

—Personalmente, admiro mucho a Murakami Haruki, el exitoso novelista japonés que, un buen día, superados los treinta años, mientras veía un partido de béisbol, decidió ser escritor. ¿Crees que existe una edad determinada para empezar a escribir?
—En mi caso particular, desde luego, ha sido así: algo parecido a Murakami, salvando las distancias. En un momento concreto de mi vida, recién entrada en la década de los cuarenta, me topé durante un viaje con unos escenarios históricos entrañables y me pregunté cómo podía ser que nadie hubiera escrito sobre ellos. Y entonces, repentinamente, decidí hacerlo yo. Y me resultó muy sencillo, porque fui capaz de emprender mi camino con la lucidez que dan los años, las capacidades que la vida te hace desarrollar, y el sosiego suficiente como para abordar la aventura sin prisas ni ansiedades, disfrutando cada momento pero aplicando a la vez mi bagaje personal y la disciplina, el rigor y el ojo crítico que me han aportado la edad. ¿Habéis leído una columna de Arturo Pérez-Reverte en El Semanal destinada a jóvenes escritores y publicada hace apenas unas semanas? Pues habla de todo esto, y suscribo una a una sus palabras.

—Voy a hacerte una pregunta muy original: ¿Por qué escribes?
—Escribo porque la vida es muy ancha y no quiero limitarme a seguir una única senda estrecha y lineal hasta el final de mis días. Escribir me ayuda a expandirme, a enriquecerme; me entretiene, me ilusiona, me absorbe, me hace disfrutar…

—¿Qué te ha aportado tu experiencia vital en la soledad frente al teclado?, ¿cuánto de María Dueñas profesora, ama de casa, madre, antigua estudiante… pulula entre sus personajes?
—Soy una persona muy independiente que disfruta enormemente de la soledad, quizá porque mis actividades cotidianas están irremediablemente llenas de ruido y gente. Las largas —larguísimas— horas frente al teclado me han aportado ilusión, sosiego, satisfacción… A simple vista, ninguno de mis personajes tiene nada que ver conmigo, pero supongo que todos ellos guardan en el fondo algo de mí: de mi visión del mundo, mis principios, mis valores, mis querencias, mis afectos, mis preocupaciones…

—A estas alturas estoy seguro de que muchos lectores ya saben que parte de tu maravillosa recreación del Protectorado Español en Marruecos fue posible no solo gracias a una profusa labor de documentación, sino de las vivencias de tu propia familia. ¿Nace El tiempo entre costuras de un anhelo hacia una época especial, un lugar especial?
—El Protectorado de España en Marruecos terminó en 1956, hace poco más de cincuenta años y, contrariamente a lo lógico, su existencia parece haberse volatilizado en la memoria colectiva de los españoles, quizá por nuestros absurdos complejos respecto a lo correcto y lo incorrecto en la recuperación de nuestra historia más reciente. En cualquier caso, ahí estaba aquel viejo y entrañable Marruecos español, esperando que alguien se acordara de él. Y ahí estaba yo, cargada de información privilegiada aportada por quienes vivieron aquel mundo en primera persona. Unir una cosa y otra fue el arranque de la novela.

—¿No tienes la sensación de que esos lugares, como ocurre en la inolvidable Casablanca, actuaron como oasis en medio de la barbarie mundial, paradojas geográficas donde era posible que enemigos acérrimos compartieran un coñac y un puro?
—Aquel Marruecos ofrecía opciones vitales para todos: para quienes honradamente querían ganarse la vida, y para quienes por cualquier razón deseaban esconderse, reinventarse o empezar una nueva andadura sin mirar atrás. Eso convirtió aquel entorno en un tablero apasionante en el que se cruzaban todo tipo de individuos y circunstancias. De todas maneras, no todo fue distancia y sosiego frente a la barbarie: el inicio de la Guerra Civil española, por ejemplo, tuvo consecuencias muy desgraciadas para algunos de los que habitaban aquel mundo.

—De los personajes históricos destacan sobre todo Rosalinda Fox y Juan Luis Beigbeder (que por cierto, nació en Cartagena). ¿Por qué ellos?, ¿te sirvieron de inspiración, es decir fueron pieza clave en el planteamiento de la trama?
—Rosalinda Fox y Juan Luis Beigbeder fueron los detonantes de toda la trama, porque el hilo narrativo de la novela sigue su aventura vital a través de los años que estuvieron juntos. En algún momento inicial me planteé hacer de ellos los protagonistas de la novela, pero después preferí adoptar una posición más distanciada, y entonces creé a Sira Quiroga para que nos contara qué fue de ellos. Lo que pasó después fue que Sira comenzó a crecer y se hizo con el protagonismo absoluto de la novela.

—En toda la novela, y si me lo permites, incluso en el sello de algunos personajes (como la propia Sira), me pareció percibir una influencia de la cultura inglesa más allá de las tendencias o simpatías hacia uno de los bandos armados, algo muy sutil, que se percibe en la forma de transmitir las emociones. ¿Reconoces esa influencia en tus personajes?, ¿fue algo premeditado?, ¿crees que influye también en tu estilo literario?
—Por mi formación, profesión y afinidad personal, estoy muy vinculada al mundo anglosajón en todas sus vertientes: lengua, cultura, historia; incluso modo de vida en algunos aspectos. Me siento muy cómoda leyendo y escribiendo en inglés y funcionando entre sus gentes y sus instituciones. Todo eso creo que permea en mi escritura de una forma natural, sutil pero evidente. No lo hago a propósito; a menudo incluso es algo inconsciente que denoto mucho después, pero tampoco me esfuerzo por neutralizar ese componente tan integral en mi vida.

—Otra pregunta original: ¿Cuáles son tus escritores y libros preferidos?
—Muchos, muchos… Soy poco mitómana y, a pesar de tener una formación académica, soy muy ecléctica en mis gustos. Mezclo de todo: novela con-temporánea con clásicos, best sellers con premios Nobel, españoles con extranjeros…

—¿Qué rol tuvo la escuela en tu interés por la literatura? Como profesora de universidad que eres, ¿crees que hoy por hoy la educación formal encara de otra forma (peor o mejor) el despertar o sostener el interés por leer y escribir? ¿Encuentras diferencias notables con la enseñanza al otro lado del Charco, en Estados Unidos, donde has sido docente?
—Las clases de Literatura pueden suponer una maravillosa puerta de acceso a la lectura, o pueden hacer odiar los libros para siempre: todo depende de la metodología y el profesorado. En mis tiempos, nos limitábamos a memorizar la vida y milagros del autor y su época, a estudiar el argumento de sus obras, y a tragarnos cuatro datos más sin adentrarnos en la lectura crítica de los textos, sin reflexionar ni conversar sobre ellos, sin opción a debatir sobre nuestras impresiones y emociones durante la lectura… Mucho me temo que en la mayoría de los casos, lamentablemente, la tendencia sigue siendo la misma treinta años después. Y en cuanto a la escritura, bueno, me habéis tocado la fibra sensible con esta pregunta. Creo que la enseñanza de la escritura es una de grandes asignaturas pendientes del sistema educativo español —junto con la enseñanza de idiomas—. Se enseña a los alumnos a analizar oraciones sintácticamente con un alto grado de complejidad y sofisticación, pero nadie se preocupa de que desarrollen capacidades para argumentar ideas, para rebatir opiniones, para sostener puntos de vista, para criticar flexivamente lo que leen u oyen, para cohesionar su pensamiento… Nadie les habla de que los textos deben tener coherencia interna, nadie les enseña a hilar segmentos, a estructurar el discurso, a trabajar con distintos registros… No escriben, no practican, no se les orienta, no se les aporta una corrección constructiva. Y eso es lamentable. En Estados Unidos, con sus glorias y miserias en materia educativa, todo es mucho más aplicado, menos mecánico y memorístico, más práctico y volcado en la realidad de los estudiantes y del mundo. A mi modo de ver, sería muy positivo trasladar a nuestra práctica pedagógica muchas de esas opciones.

—Tu novela ha pugnado en los escaparates de las librerías con las novedades de veteranos y consagrados escritores, y, sobre todo, con tendencias literarias muy marcadas (género negro-nórdico). ¿Por qué crees que ha tenido tanto éxito El tiempo entre costuras si es tan complicada de clasificar?
—Pues quizá por eso precisamente, porque lejos de encasillarse en un género único, aporta un abanico de componentes que resultan atractivos para todo tipo de lectores: nos retrotrae a tiempos pasados que sin embargo nos son cercanos, nos hace viajar a escenarios evocadores, nos hace sentir pasiones humanas que a todos nos tocan de cerca: superación, amor, lealtad, traición, incertidumbre, amistad…

—¿Nos puedes adelantar algo de tu próximo proyecto?
—Mezclará tiempos y geografías, y volverá a integrar las pulsiones que a todos nos atañen: amor, dolor, inquietudes, desengaños, reconstrucción… Tendrá también algo de recuperación de memoria colectiva y de nostalgia por el tiempo que se fue y, paralelamente, integrará cuestiones contemporáneas, vida de todos los días. Y sorpresas, y algo de humor, y acción, y un poquito de intriga. Y muchos, muchos afectos.

—Muchas gracias, María. Ha sido una verdadera delicia charlar contigo.
—Gracias a vosotros, y mucha suerte en la escritura y en la vida.


María Dueñas Vinuesa (Puertollano, Ciudad Real, 1964)

Es doctora en Filología Inglesa y profesora titular de la Universidad de Murcia. Ha impartido docencia en universidades norteamericanas, es autora de trabajos académicos y ha participado en diversos proyectos educativos, culturales y editoriales. Su familia materna vivió en Tetuán durante la etapa del Protectorado Español en Marruecos y, a partir de los recuerdos y evocaciones de aquella época, nació la trama de
El tiempo entre costuras.

http://eltiempoentrecosturas.blogspot.com/

domingo, 14 de noviembre de 2010

Cita en Samarra, de John O´hara

CITA EN SAMARRA
Autor:
O'HARA, JOHN
Editorial: DEBOLSILLO
Año de edición: 2010
Materia Novela
ISBN: 978-84-9908-238-7
Páginas: 312

SINOPSIS
Julian y Caroline son envidiados por todo el mundo en la glamurosa Gibbsville —ciudad ficticia— de los años 30. La música y los dry martinis fluyen generosamente hasta la madrugada en fiestas de etiqueta. El mundo parece un paraíso hasta que Julian decide romper las reglas del decoro tirándole un dry martini en la cara a un prominente nuevo rico. Aquí empieza un largo viaje hacia la autodestrucción.

RESEÑA

Cita en Samarra está ambientada en la Norteamérica de los años treinta, y establece un retrato preciso y terrible de la sociedad media-alta desde una óptica diferente a la que lo hiciera su contemporáneo Scott Fitzgerald en el Gran Gatsby, aunque no tan distinta después de todo: Fitzgerald mostraba el sueño americano encarnado en un hombre construido así mismo a partir de la nada, y O´hara muestra al hombre construido por la sociedad, que se derrumba al descubrir sus pies de barro. El ambiente es parecido: los bailes, las fiestas, el dinero, la frivolidad, el poder… y la ley seca, donde el alcohol es un catalizador del conflicto.

Debo reconocer que la historia me pareció lenta en sus inicios, pero, de alguna manera, me fue atrapando. Creo que eso es, en sí mismo, un grandísimo logro, por todo el tiempo que nos separa, por todas las connotaciones que no tienen sentido hoy día, y sin embargo te hacen “conectar”. En mi opinión, el mayor acierto de O´hara está en sus magníficos diálogos, en la hermosa fluidez de los mismos, comparable quizá a la agilidad de otro contemporáneo como Hemingway, y al realismo quirúrgico con el que están realizados. En Cita en Samarra son los diálogos, precisamente, los conductores de la historia y los que mejor perfilan a los personajes, mucho mejor que la prosa.

En definitiva, una gran novela que asusta si se medita un poco porque nos muestra la delgada línea que separa nuestras vidas del abismo. La importancia de la hipocresía para sostener la sociedad, y la tremenda fuerza que ejercen las reglas de comportamiento, los estereotipos y las cosas que nunca deben decirse a la cara. Romper esas reglas es como abrir la ventana de la habitación en un día de viento mientras construimos un castillo de naipes.

Sergio G.Ros

jueves, 4 de noviembre de 2010

La Guerra de la Doble Muerte, de Alejandro Castroguer

Ficha detallada:
"La guerra de la doble muerte"
Autor: Alejandro Castroguer
Editorial:
Almuzara
Fecha de publicación septiembre 2010
Colección Narrativa
ISBN 9788492924387

SINOPSIS
A mediados de diciembre de 2009 los primeros asesinatos en Hornachuelos saltan a los titulares de periódicos y telediarios. Aunque en un principio el Gobierno lanza una cortina de humo en torno a la violencia de los ataques, que rozan el canibalismo, la Crisis de la Doble Muerte estalla en toda Andalucía sin que nadie sepa responder a la misma con presteza.

Febrero de 2010. La crisis económica mundial apenas puede disimular la gravedad de lo ocurrido en Andalucía durante las últimas semanas. Se barajan diversas hipótesis como desencadenantes de la resurrección de la carne, pero lo único cierto es que el Hambre se ha extendido por las ocho provincias.

"La Guerra de la Doble Muerte" es la historia de Judith, Salvador y Jonás; la lucha de estos tres resucitados que, tras perder la práctica totalidad de sus recuerdos, han de enfrentarse a un mundo que no entienden y del que habrán de huir, aunque desconozcan cómo y hacia dónde. Mientras tanto, la propaganda desplegada por las fuerzas militares habla de la Ciudad Negra como única posibilidad de salvación... y de una supuesta cura de la enfermedad.

"Cíñanse bien la camisa de fuerza antes de comenzar la lectura de esta singularísima novela. La multitud de zombis que transita por sus páginas personifica en carne viva una de las paradojas más terribles del capitalismo: sólo hay vida después de la muerte." JUAN FRANCISCO FERRÉ

"Un Apocalipsis, una pesadilla magistral, valiente y necesaria" ANTONIO CALZADO


ENTREVISTAS CON EL ALMA IMPRESA
Alejandro Castroguer: literatura de largo recorrido.
Por Sergio G.Ros

De esta manera tan espectacular, la editorial Almuzara presenta La Guerra de la Doble Muerte, una proposición novedosa dentro de esa avalancha que parece haber sufrido el género de zombis en los últimos tiempos. Y si Almuzara, un sello de tanta calidad, ha apostado por la obra de Alejandro Castroguer, conocido por muchos de vosotros, se debe, sin lugar a dudas, a su calidad y a que presenta un punto de inflexión, un quiebro para los amantes del género. Algo necesario y estimulante.
De Alejandro, al que no conozco en persona pero sí en la virtualidad desde hace algún tiempo, siempre me atrajo su constancia en la escritura, su empeño por mejorar a través de los años, por encima de los sinsabores que supone ese largo recorrido por publicar. Creo que es un autor a tener en cuenta, que ha sabido colorear sus historias con todo lo que le apasiona desde niño: literatura, cine, pintura, música… arte, en definitiva.

—Alejandro, ¡al final todo llega! ¿Podrías relatarnos brevemente tu andadura literaria? , ¿Desde cuándo escribes?
—Escribo desde que tengo casi uso de razón. Sí, ya sé, mucho dicen esto, pero es así. Recuerdo haber escrito cuando era un mocoso cierto relato acerca de un extraterrestre y un niño que lo esconde en su casa, nada novedoso si tenemos en cuenta que fue redactado al relance del impacto causado en toda una generación por “E.T. el extraterrestre”. Luego le tocó el turno a la fantasía épica del tipo Tolkien, mucho antes de que el cine convirtiera la religión de los tolkienianos en algo excesivamente comercial. Todavía reconstruyo con la memoria aquellos mapas sobre los que se movían los personajes. También hubo hueco para la ciencia ficción y extrañas invasiones alienígenas, algo ya más serio que aquel intento de imitar la obra de Spielberg.
>>La primera novela data de hace 20 años cuando escribí “Jeroglíficos de muerte y salvación”, que presenté al Premio Ateneo de Sevilla de 1992. La suerte y el tema netamente hispalense, y no la calidad literaria, obraron el milagro de auparla al grupo de finalistas. De ahí hasta este 2010 se han sucedido otras seis novelas antes de llegar a “La Guerra de la Doble Muerte”.

—¡Veinte años y seis novelas! Después de ese tiempo y esa pasión tuya por la literatura, ¿qué crees que ha cambiado para haber podido publicar?
—Te corrigo, 20 años y ocho novelas porque en la anterior respuesta no conté ni "La Guerra de la Doble Muerte" ni "La octava noche" (ésta aún por publicar). Sin ninguna duda lo que ha cambiado la calidad literaria de los últimos escritos. En muchas ocasiones se tiene un ansia por publicar como si fuese lo más importante para un escritor. Primero se ha de madurar como persona y al mismo tiempo como escritor. A mí me han ayudado sin saberlo muchos autores a los que he leído en estos 20 años. No es lo mismo una novela escrita a los 19 años y sin experiencia, que afrontar un proyecto a los 39 con más de 3.000 páginas escritas. La autoexigencia es necesaria, diría que obligatoria, porque uno no ha de conformarse a la primera con lo que redacta. Por ejemplo, al escribir debajo de cada capítulo anoto la misma pregunta "¿Para qué sirve este capítulo?". En caso de no saber responder, todo acaba en la papelera.
—...Pues no puedo estar más de acuerdo contigo: lo de ser escritor es, sin duda, una carrera de fondo (de ahí, el título de esta entrevista). Dime, ¿tienes predilección por algún género?, ¿cuáles son tus libros y autores preferidos?
—De más joven sentía idolatría por la ciencia-ficción –de hecho todavía me interesa-, no con la intensidad de antaño, pero sí como para abordar tangencialmente algún que otro proyecto inscrito en dicho género. Entre mis autores favoritos, destacar a R.Bradbury, I.Asimvov, E.Zamiatin, Ph.K.Dick o A.C.Clarke.
De los clásicos de terror me quedaría con Poe y Lovecraft, de los que adoro sus atmósferas, pero no hay que olvidar a W.W.Jacobs, W.Hodgson, A.Bierce, Sheridan le Fanu y tantos otros. La lectura de cualquiera de estas clásicos es imprescindible.
Alejados de los géneros me interesan, y mucho, Antonio Muñoz Molina, Antonio Lobo Antunes, Italo Calvino, Juan Marsé, Henry Miller, Charles Bukowski, Raymond Carver, el primer Vargas Llosa, Julio Cortázar, John Steinbeck, Raymond Chandler y un larguísimo ecétera. “El jinete polaco” se me antoja una de las mejores novelas españolas de final del S.XX, así como “Si te dicen que caí”. Adoaro “El largo adiós”, los cuentos minimalistas de Carver, “Marcovaldo” o el fabuloso libro de viajes “Viajes con Charley” del autor de “Las uvas de la ira”. Como ves mi pasión lectora apenas tiene fronteras ni límites.

—¿Te habías adentrado en el género de terror o es tu primera incursión en el mismo?
—Con la extensión de una novela, es la primera vez. Había escrito algunos relatos de terror (recuerdo por ejemplo, “Feliz Navidad, mister Fu Manchú”), pero nada de tanta envergadura. En sí fue un reto, una demostración, decir ... se puede escribir y con clase una historia tan manida y vapuleada como la de los zombis, aunque últimamente esta tendencia ha cambiado y los artistas cuidan más las obras.

—¿Qué es lo que diferencia, en tu opinión, “La Guerra de la Doble Muerte” de otras novelas de zombis?
—Creo que dos aspectos la diferencian de otras obras de la misma temática: uno, el enfoque, y dos, el estilo. Del enfoque decir que he situado la intriga de parte de los zombis (en este caso, resucitados o hambrientos, como yo los llamo), de modo que observamos las penurias y las persecuciones que padecen por parte del ejército de los vivos. No es que sean los buenos, ni mucho menos, sería maniqueo pensar eso; sino que se convierten en las víctimas. Ya lo dice Juan Francisco Ferré en su frase para la contraportada, “Sólo hay vida después de la muerte”. Y ese es el lema de la obra. Hablar de “Pedro Páramo” como un referente de los muertos vivos que sienten y padecen se hace obvio. Incluso Ambrose Bierce ya abordó semejante posibilidad.
Respecto del estilo, comentar que he intentado dotarla de la mayor carga poética a fin de contar las escenas más terribles de una manera elegante. Algunos dirán que es un estilo sobrecargado, pero lo he preferido para dotar a la obra del mayor nivel literario. Comparaciones y metáforas de impacto para hacer muy visual todas y cada una de las escenas. Además, en la obra hay más de 80 citas a distintas películas, libros y músicas que habrían de enriquecer el producto final.

—La ambientación en todas las historias suele ser muy importante, la de tu novela es especialmente singular, ¿podrías hablarnos de ella?
—He pretendido que sea especialmente desoladora, con ciudades muertas, cadáveres de coches, estaciones de tren asediadas y carreteras abandonadas. A pesar de ello todo había de guardar cierta verosimilitud. Es por ello por lo que era necesario hacerla muy actual (transcurre en el 2009-2010) y situarla en escenarios reales que los lectores reconozcan (o incluso puedan buscar a través de internet). El último invierno, especialmente lluvioso, y la soledad y desolación de los escenarios confieren ese aire amenazador imprescindible en este género. Espero haberlo conseguido.
—¿Qué importancia tuvo el éxito de tu blog GDM en la publicación de la novela? ¿Piensas que Internet es un buen vehículo para los autores que quieren publicar?
Sin duda el éxito de proyecto de la GDM (así se conoce a “La Guerra de la Doble Muerte”) se cimentó en el blog. Pero sin la constancia de publicar todos los martes y viernes a las cinco de la tarde tampoco habría funcionado. Fue vital fidelizar a los lectores de semejante guisa, pues ellos sabían cuándo podían acceder a un nuevo capítulo. Bastaba con entrar en el blog y allí estaban sin falta. Esa periodicidad enganchó a los que se dejaron seducir por la primera entrada que tuvo más de 80 comentarios. Con posterioridad, las cifras hablan por sí solas del éxito del blog: en apenas 4 meses había más de 70 seguidores, más de 15.000 visitas y más de 1.000 comentarios. Esos fueron avales más que suficientes para que distintas editoriales se interesasen en la novela.

—Por último, y aunque suene poco modesto, como sabes, a principios de año, acuñé en mi blog el término: “La generación del XXI” de la que tú eres integrante. Muchos de los autores de esta generación han publicado este mismo año, ¿crees que el futuro es más esperanzador para los autores noveles, a pesar de la época de crisis?
—Fue premonitoria esa entrada en tu blog, en la que hay un buen puñado de escritores de mucha valía. Sinceramente creo que entraña la misma dificultad publicar ahora que hace unos años. Lo único que ha mejorado es la atención que prestan las editoriales a los autores de género españoles. Sólo hay que ver la ingente cantidad de nombres nuevos. Sólo el tiempo dirá quien se ha de quedar y forjar una sólida carrera, y quien quedará relegado después del furor de estos años.

—¿Algún deseo pendiente para este final de año?
Por abusar, pediría muchas reediciones y un contrato cinematográfico para la GDM. Pero si tenemos en cuenta la excelente aceptación de la misma por ahora, el haber hecho realidad un sueño (publicar después de 20 años) y el nacimiento de mi pequeña Nora (a quien va dedicada la obra), pedir más sería casi obsceno. Si acaso, como ya he hablado con Almuzara, la posibilidad de presentar la novela fuera de Andalucía.

Muchas gracias, Alejandro, estoy seguro de que La Guerra de la Doble muerte será un gran éxito por su originalidad.
Sobre el autor:
Alejandro Castroguer nació en el año 1971 en Málaga.
Es diplomado en Magisterio (Ciencias Humanas), y estudió entre otras cosas pintura al óleo, donde trabó una entrañable amistad con su profesor, José Díaz-Oliva.
Escribe desde muy pequeño, y con su primera novela, "Jeroglíficos de muerte y salvación" quedó entre los finalistas del Premio Ateneo de Sevilla del año 1992. Tras haber consolidado el oficio de la literatura con varias novelas que considera ya destruidas ("Como una raya de tiza", "Soñaba que soñaba", "Las puertas", "Horizonte Marfil" y "Carcoma"), coincidiendo con su estancia en Barcelona, 2000-2002, redacta "El bailarín de claqué".
Castroguer pertenece al grupo literario “Sevilla escribe” con quien aparecerá en una próxima antología de la mano de su relato “El noctívago demacrado”, homenaje a Lovecraft. Es autor de “La octava noche”, novela fusión de Ciencia Ficción-Policíaca.
Para saber más:


Su blog: http://guerradoblemuerte.blogspot.com/

jueves, 28 de octubre de 2010

VEINTICUATRO HORAS EN LA VIDA DE UNA MUJER, de STEFAN ZWEIG

Le dedico esta entrada a mi amigo Oriafontan.
Gracias por seguir este blog, y por tus buenos consejos literarios (entre ellos a Zweig).


FICHA DEL LIBRO:

TÍTULO: VEINTICUATRO HORAS EN LA VIDA DE UNA MUJER
AUTOR: STEFAN ZWEIG
EDITORIAL: ACANTILADO
Colección: Narrativa del Acantilado, 6
Traducción: María Daniela Landa
ISBN: 978-84-95359-39-I
Nº de edición: 11ª
Encuadernación: Rústica Cosida
Formato: 13,1 x 21 cm
Páginas: 104
Precio: 9.00 €

SINOPSIS (No hay sinopsis como tal, copio un párrafo muy esclarecedor de la portada, sobran más palabras).
«—¿Usted no encuentra, pues, odioso, despreciable, que una mujer abandone a su marido y a sus hijas para seguir a un hombre cualquiera, del que nada sabe, ni siquiera si es digno de su amor? ¿Puede usted realmente excusar una conducta tan atolondrada y liviana en una mujer que, además, no es ya una jovencita y que siquiera por amor a sus hijas hubiese debido preocuparse de su propia dignidad?».

RESEÑA

El efecto de leer a Zweig es engañoso: uno puede tener la sensación de estar leyendo un cuento y tragarse los párrafos sin enterarse. Apenas hay interrupciones, y todo es dominado por la prosa, incluso los diálogos. Las rayas que marcan el inicio de los mismos, son la antesala de narraciones más largas, donde uno olvida al narrador y se introduce en la historia. Para ello, Zweig utiliza el recurso de las analepsis (retrospecciones) en las que el protagonista toma el relevo del narrador.
Ese efecto tobogán, que precipita al lector hacia el final con impaciencia, es fruto de un estilo depurado, maravilloso. Zweig suprime cualquier atisbo de literatura barroca, de adornación superflua. Los personajes están limitados en número (casi no hay secundarios) y la historia actúa como un túnel por el que se obliga a pasar al lector a toda velocidad. No hay escape posible.
Las características propias de su prosa, sencilla y fluida, dotan a la novela de una gran potencia narrativa
. Desde mi limitada óptica destacaría algunos de los recursos que me han recordado mucho a otros grandes autores: Dostoiewski, Chèjov y Flaubert: el uso de oraciones subordinadas, la utilización en diferentes variantes de la conjunción “que” y el uso de la coma.

Parecía uno de esos afortunados mortales que, conscientes de que resultan simpáticos por la clara expresión de su faz y por su gracia juvenil, transforman esa seguridad en una nueva gracia. Entre los huéspedes del hotel, que eran, en su mayoría, personas viejas y achacosas, su presencia ejercía un efecto saludable, y con ese ímpetu triunfal de la juventud, con esa agilidad y esa ansia de vivir de que están maravillosamente dotadas ciertas personas, captaba de modo irresistible la simpatía de todos.

Súbitamente, lo que me ofrecía de horrible, de inconcebible aquella situación, tuvo para mí un sentido, una razón de ser; me sentí contenta y orgullosa pensando que aquel hombre joven, bello, delicado, que allí dormía sereno y silencioso, como una flor, quizá sin mi abnegada intervención hubiese sido encontrado entre las rocas, con el rostro partido, cubierto de sangre, destrozado, sin vida, con los ojos espantosamente abiertos.

Una novela corta, casi un cuento, sumamente aconsejable. Cuando la terminen, sentirán el placer de haber leído a uno de los grandes.

Sergio G.Ros

Sobre el autor:

Stefan Zweig (Viena, 1881 - Petrópolis, Brasil, 1942) fue un escritor enormemente popular, tanto en su faceta de ensayista y biógrafo como en la de novelista. Su capacidad narrativa, la pericia y la delicadeza en la descripción de los sentimientos y la elegancia de su estilo lo convierten en un narrador fascinante, capaz de seducirnos desde las primeras líneas. En Acantilado han aparecido ya La lucha contra el demonio (Hölderlin, Kleist, Nietzsche), Castellio contra Calvino (Conciencia contra violencia), Momentos estelares de la humanidad (Catorce miniaturas históricas), El mundo de ayer (Memorias de un europeo), La embriaguez de la metamorfosis, Veinticuatro horas en la vida de una mujer, Novela de ajedrez, Carta de una desconocida, Los ojos del hermano eterno, Ardiente secreto, El amor de Erika Ewald, Tres maestros (Balzak, Dickens, Dostoievski), Noche fantástica y La mujer y el paisaje.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Baja por paternidad

¡Hola amigos!

Pues sí, el pequeño Sergio y su mamá ya están en casa. Gracias a Dios, ambos se encuentran bien; la mamá algo molesta todavía, pero poco a poco ganando fuerzas. Sergio pesó 3.600 gramos al nacer, vino al mundo el día de mi cumpleaños, y es un bebé precioso, de manos y pies estilizados, con dedos muy largos, y una mirada de pillo que mata.
Después de unos días en el hospital, encontrarnos en nuestra casa es una sensación maravillosa. Cada cosa respecto a Sergio es completamente nueva para nosotros, y, aunque hay mucho por aprender, no deja de ser realmente precioso vivir estos primeros momentos. Así que, durante un tiempo, estaré fuera del ciberespacio porque quiero vivir intensamente los primeros pasos de mi hijo.
Un abrazo para todos.
Sergio padre, ;)
P.D. Os dejo dos preciosos enlaces que mis amigas Tessa y María nos han dedicado. ¡Muchas gracias!

http://estrofasdelavida.blogspot.com/2010/09/ternura.html
http://unpasilloencerado.blogspot.com/2010/09/felicidades.html

sábado, 4 de septiembre de 2010

Sobre la Crítica literaria: Anika Lillo.

Como os comenté en la anterior entrada, con motivo de la preparación del artículo “La crítica en la Red” para la revista Prosofagia, tuve el placer de pasar un cuestionario de preguntas a un buen puñado de amigas y amigos, amantes todos de la literatura. Ahora, quisiera recompensar en cierta medida la amabilidad que me dispensaron, publicando, cada cierto tiempo, las respuestas completas para que podáis conocerlos mejor.
Hoy le toca el turno a Anika Lillo, una pionera de la promoción literaria en la Red, incansable internauta, webmaster, creadora de revistas independientes y muchas cosas más… aunque, bueno, eso ya los sabéis porque es de sobra conocida por todos vosotros.
Os dejo con la entrevista.

Anika, ¿qué es para ti un crítico literario? ¿Qué cualidades debe tener?
Quizás deberíamos distinguir entre crítico literario profesional y lo que en realidad somos muchos, lectores que comentamos los libros de una manera profesional, pero sin hacer uso de la base y las normas que haría un crítico. En cualquier caso, tanto unos como otros, deberían ser honestos y educados, tener buen criterio, saber hacerse entender y por supuesto haber leído mucho.

¿Crees que la crítica literaria sigue estando mal vista?
Sólo está mal vista si se trata de crítica literaria realizada por profesionales que desmenuzan los libros para encontrar errores gracias a sus conocimientos como “único objetivo” del comentario. Y por supuesto sólo está mal vista por el escritor al que le destrozan el libro porque en ocasiones se ve inquina por parte del crítico o cierto deseo de demostrar su propia cultura y verborrea escrita en contraposición a la del autor criticado. Como mucho estará mal vista en términos generales si se habla de un libro por hablar, sin conocimiento y sin argumentación: eso no es una crítica y lo puede hacer cualquiera, de hecho hay cierto tipo de personas que antes de que salga un libro ya están hablando mal de él. A esos no se les puede tomar en serio.

¿Ves algún problema en que un escritor pueda ser crítico literario?
Se pueden contar con los dedos de la mano los escritores que te dicen todo lo que piensan firmando con su propio nombre cuando se convierten en críticos. Los más honestos suelen firmar con pseudónimo sus críticas, y los que lo hacen con su nombre, al margen de algunas excepciones, son muy comedidos. Problema no, pero no me creo del todo al escritor que habla de un compañero por varias razones: 1) he leído a uno decir que existe una norma “no escrita” en la que el escritor no debe jamás hablar mal del libro de un compañero; 2) el que empieza diciendo toda la verdad, cuando publica su propio libro se transforma al escribir críticas de otros convirtiéndose en un amiguete; 3) la mayoría no sabe separar su opinión de lector de su profesión de escritor, y eso les condiciona. Por suerte conozco escritores que sí hablan honestamente de otros libros, pero es porque no tienen miedo al qué dirán.

¿Qué opinas del tópico que dice: crítico igual escritor frustrado, hay algo de cierto en él?
Puede haberlo pero no es la regla. Casi todo el mundo escribe y lee pero no por ello son profesionales ni lo tienen como meta.

¿Puede ser la crítica literaria en sí misma constructiva o tiene que ser a la fuerza negativa?
Siempre debe ser constructiva. Hay un error en la creencia de que una crítica donde se dejan ver los errores de la obra es per se negativa: se trata de evitar que el autor cometa los mismos errores en sus próximas obras, ayudarle a mejorar y conseguir mejores trabajos si tiene la capacidad de hacerlo. Otra cosa es cómo lo digas: la educación es esencial a la hora de hablar de estos temas, y el escritor que de verdad quiere mejorar siempre acepta de buen grado estos comentarios. De hecho son muchos los escritores que me dicen que no entienden que hablen de reseñas cuando lo único que exponen en los blogs son sinopsis de sus libros; ellos esperan más implicación del lector a la hora de hacer el análisis de su obra. Lo que no me parece correcto es el crítico que se guía por sus gustos y cohíbe al autor en su inventiva. La creación debe ser libre, por lo tanto no se debe criticar la imaginación.

¿Por qué piensas que han proliferado en la Red tantos blogs, webs y foros dedicados a la crítica literaria?
Personalmente llevo haciendo esto desde 1996, siendo una de las pioneras en la red, y he visto crecer en Internet este tipo de blogs igual que los demás pero con más asombro. No todos duran y no todos son leídos, pero sí sé por qué están ahí: todos quieren que les lean, todos quieren opinar. Algunos están capacitadísimos, otros lo intentan sin éxito, y otros solo cuentan lo que quieren leer los demás, pero el fin es el mismo: yo también leo, existo y tengo opinión. Antes se participaba en webs como la mía o en foros, y ahora todos tienen su propio blog, y muchos de los que colaboraron en webs importantes quieren la suya propia así que lo intentan también por su cuenta.

¿Crees que las editoriales los tienen en cuenta?
Las editoriales sólo tienen en cuenta a algunos medios, los que consideran más importantes que son, al fin y al cabo, los más profesionales o más populares. Aunque a la hora de señalar dónde han salido sus críticas les vale casi cualquiera que haya hablado bien de sus libros porque hablamos de un negocio, una empresa que necesita publicidad positiva de sus productos. Ahora bien, el lector sabe en quién se puede confiar y las editoriales también, por eso a la larga no todos los blogs o webs son válidas. Una buena crítica de un buen medio es mejor que diez buenas de un blog que habla así por sistema: el mérito se reconoce en la primera y eso lo sabe el lector, el escritor y el editor.

¿En qué medida piensas que influyen en el público?
No hace mucho hice un tanteo al respecto y saqué buenas conclusiones: se confía en aquel que tiene criterio pero sobre todo en el que coincide con tus gustos. Cada persona es un mundo, si los gustos coinciden y se tiene fe en el criterio del crítico o lector, esa opinión influirá. Yo he visto cómo reseñaba títulos con verdadera pasión de libros que consideraba excelentes y que a continuación se han vendido, y me alegro, no ya por la venta, si no porque el libro lo merecía. Aun así otras webs me han dicho que no creen que influyan en la venta de un libro porque no han visto los mismos resultados.

¿Cómo se llama el tuyo y qué te impulsó a crearlo? ¿Colaboras con alguno?
Yo no tengo blog, tengo una web, una revista de libros y literatura que comencé en 1996. Se llama ANIKA ENTRE LIBROS y nació por mi pasión por los libros y la necesidad de compartir opiniones. No suelo colaborar en otros por falta de tiempo y soy muy selectiva si hago algo al margen, aunque sí colaboro de forma profesional con algunas de las entrevistas que hago para la revista MÁS ALLÁ DE LA CIENCIA.
¿Qué debe tener una reseña literaria para que te llame la atención?
Honestidad, capacidad para señalar lo positivo y lo negativo que pueda haber, un buen análisis, argumentación y, sobre todo, no sentirme estafada. Si tiene algo malo, aunque pueda leerse pasándose este detalle por alto cuando lo lees, quiero que me lo digan. No me gusta que me vendan cobre por oro. Prefiero leer un libro sabiendo que puedo encontrar fallos a que me digan que es maravilloso y luego encontrarme con un producto mal acabado. Me lo leeré con sus fallos y me lo creeré más que si me dicen que es el mejor libro del año a menos que confíe de antemano en el lector o crítico. También agradeceré más aquella que sepa hacerme ver cosas que a mí se me escaparían y creo que una reseña, a ser posible, debe llevar este trabajo añadido.

Y por último: ¿qué objetivos piensas que persigue la crítica literaria?
Yo diría que son dos:
1) LECTOR: Aconsejar la lectura de un libro con sus pros y sus contras si los hay, jamás engañar al lector y tener en cuenta que existen todo tipo de lectores. Esto último es importantísimo y es lo que lleva a la solución final: aconsejar el libro. Lo que tienes que saber es a qué tipo de lector o a qué estado anímico le será más apropiado la lectura del libro.
2) AUTOR: Animar a seguir por la misma línea al que ya lo hace estupendamente, o tratar de aportarle algo al autor para que mejore en el caso de que se vea necesario confiando en su capacidad de superarse.
Muchas gracias, Anika, ha sido un placer entrevistarte.
...Para saber más:

Anika Lillo, Anika Entre Libros:
http://www.libros2.ciberanika.com/

Anika Lillo es Directora y Webmaster REVISTAS ONLINE de Literatura, Cine y Terror:
http://www.ciberanika.com/
libros@ciberanika.com

Anika Entre Libros - Anika Cine Magazine / Vinilo - La Casa de Kruela
BLOG: http://ciberanika.blogspot.com/

Anika está en Facebook
¡Facebookéla! Podrás encontrarla como Anika Entre Libros
Responsable Comunidad Valenciana de REMES
(Red Mundial de Escritores en Español)
http://www.redescritoresespa.com/

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Revista Prosofagia Agosto 2010


¡Hola, amigos!
Aunque muchos ya lo sabéis, me hacía ilusión comentar que acaba de salir el número de agosto de la revista Prosofagia, donde he tenido el honor de participar con un artículo sobre la Crítica literaria en la Red. Si pincháis en el enlace podréis descargárosla; de verdad: merece la pena.
Desde aquí, quiero dar las gracias a: Anika Lillo, Paco Illán, Marta Quèrol, Blas Malo, Javier Pellicer, Juan de Dios Garduño, Verónica Valenzuela, Marta Abelló, Antonia J. Corrales, Julia Siles, Blanca Miosi, Montse de Paz, Arlette Geneve y Manel Haro. Todos ellos me ayudaron con el artículo, ¡ni más ni menos!
También al equipo de Prosofagia por sus consejos y por el excelente trabajo de maquetación.
Un abrazo y buena semana.

P.D. Marta y yo seguimos esperando.

viernes, 27 de agosto de 2010

Nunca fuimos a Katmandú, de Lola Mariné

¡Hola, amigos!
La primera novela publicada de nuestra querida amiga, Lola Mariné, está a punto de aterrizar en los escaparates de las librerías. Se trata de Nunca fuimos a Katmandú, una obra por la que ha apostado la editorial Viceversa, nada más ni nada menos.

Todos los que habéis seguido a Lola a través de su magnífico blog Gatos por los tejados (y si no es así, os recomiendo que lo hagáis), conocéis de primera mano el proceso que la ha llevado a pasar de la clandestinidad literaria a estar entre las grandes novedades de la temporada. Hace poco más de un año, Lola fue fichada por la agencia Sandra Bruna, y ahora, los que la admiramos, respetamos y seguimos, deseamos que tenga mucho éxito en esta nueva aventura que empieza.
¡Compartimos tu emoción, Lola!, ¡mucha suerte, amiga!

Así que ya sabéis, Nunca fuimos a Katmandú, de Lola Mariné, a partir del 23 de septiembre en las librerías de toda España. ¡No nos falléis!

SINOPSIS

Laura está separada y vive con su hija adolescente, se encuentra en un momento crítico de su vida y no es feliz, pero no sabe cómo ponerle remedio; Elena es su más íntima amiga desde la infancia y su contrapunto: mujer fuerte y vehemente, se pone al mundo por montera; Gloria no tiene nada en común con ninguna de las dos: es superficial y esclava de las apariencias, no obstante, las tres, acabarán siendo grandes amigas. También Teresa, una mujer humilde y trabajadora dispuesta a todo para hacer realidad el sueño de su hija, y Ruth, una jovencita idealista y rebelde, forman parte de este mosaico de mujeres de hoy, independientes y urbanas que viven y trabajan en la Barcelona actual y que, como cualquiera de nosotros, luchan día a día por ser razonablemente felices.

Sobre la autora...

Lola Mariné
(Barcelona, Spain)
Nací en Barcelona, pronto me trasladé a Madrid para cumplir mi sueño de ser actriz. Viví con intensidad la “movida madrileña” y sobreviví en el mundo del teatro y el doblaje durante veinte años, después regresé a Barcelona y me licencié en Psicología. Un reencuentro con amigas de la infancia me hizo recordar que en el colegio yo era "la escritora", y fue así como comprendí que mi verdadera pasión era escribir, y que a eso quería dedicar el resto de mi vida.

Para saber más....

Blog oficial de la novela: Nunca fuimos a Katmandú.

Página de la novela en la web oficial de la editorial Viceversa (donde se puede leer el primer capítulo)

sábado, 21 de agosto de 2010

Cuenta atrás

Mi esposa Marta sale de cuentas la semana que viene.
Estos últimos días se ha encontrado muy molesta, sobre todo por las noches, y a pesar de eso, la veo más guapa que nunca. Tiene ese resplandor especial y sutil que rodea a las mujeres embarazadas, algo difícil de explicar.
El viaje que iniciamos juntos allá por diciembre ha sido muy hermoso; y como todos los viajes que se precien nos ha producido ilusión y también miedo. Pero ahora que toca a su fin, creo que ambos sentimos una difusa añoranza, una pizca de melancolía.
El haber sentido el tacto de nuestro hijo a través de la piel de la barriga de Marta ha sido y es uno de los hechos más bellos que hemos vivido nunca. Su barriga, que ha ido creciendo poco a poco, afianzó nuestra seguridad y alejó los temores primerizos. A poco que lo medite, creo que el embarazo es una especie de catarsis, algo tan desproporcionadamente universal que entronca directamente con la raíz de las emociones, con los cultos más antiguos, con las creencias más recónditas y viscerales. Descoloca lo que eres, desplaza lo que fuiste o lo que creíste ser; te llena de dudas y promesas, te hace, en definitiva, mirar hacia atrás y hacia delante, pensar en tus padres, en tus abuelos, y en tu infancia. Te hace comprender.
Es, también, una inmensa alegría que no puede describirse con palabras, un sentimiento puro de lo nuevo y verdadero que está por llegar. Contamos además con la suerte de vernos arropados por mis padres, por mis suegros y por mi hermano y su mujer, Cecilia. Todos cargados de una ilusión desbordante, contagiosa.
El siguiente paso, donde madre e hijo serán protagonistas absolutos, es un viaje en sí mismo, cargado de emociones y temores, pero estoy seguro de que, cuando volvamos a casa, los tres juntos, habremos empezado una nueva vida.
Una vida maravillosa.

domingo, 15 de agosto de 2010

¡¡PRIMER ANIVERSARIO!!

Pues sí, ¡¡ya ha pasado un año!!
¿¿¿Y cómo me metí en este lío???


Recuerdo que acababa de terminar el borrador de mi último manuscrito, estaba en pleno verano y no tenía ganas de empezar una nueva historia. Y, aunque quería desconectar, seguía teniendo ganas de escribir.
Como asiduo a foros y a algunos blogs, me gustaba comentar en ellos, pero el cuerpo me pedía tener mi propio espacio; un lugar donde, en cierto modo, yo pudiera imponer mi propio ritmo y expresar mis inquietudes… aunque debo confesar que la falta de habilidad para los temas informáticos lastraba mi predisposición a crear un blog.
Por aquel entonces, Antonio Lois, el coordinador de la tertulia El Escarabajo Palabrero a la que yo asistía, me informó de la presentación de un libro: El ocaso de las siete colinas, de Patrick Ericson. La novela la presentaba su amigo Jerónimo Tristante en la librería Bertrand de Cartagena. Así fue cómo conocí a Patrick, a finales de julio, en un día de sofocante calor que se alivió con unas cervecitas y una entretenida charla. Por esos avatares del destino, una compañera de la tertulia, María N. Arteaga, me comentó que tenía un blog: “Un pasillo encerado” y me animó a crear el mío. “Es muy fácil”, me dijo sonriendo.
Días más tarde, empecé a trastear en Blogger… y así empezó todo.

27.500 visitas, más de 2.100 comentarios, 68 seguidores… todo ello repartido a lo largo de 67 entradas, de las cuales las más comentadas fueron: La generación del XXI y la reseña de Martín Eden. Durante algunos meses, El alma impresa estuvo en mitad del ranking de literatura de Wikio, ocupando las plazas 47, 49 y 50 (de un total de 250), y su máxima posición en el general fue la 2.590 (Wikio tiene indexados más de 150 mil blogs).

Pero dejando a un lado los datos, lo más hermoso de todo es que este lugar del ciberespacio me ha permitido conoceros, conocer vuestros blogs y páginas, vuestros manuscritos, vuestros libros... compartir inquietudes y reflexiones, debates, noticias y muchísimas cosas que me han enriquecido como escritor y como persona. El alma impresa, al igual que un libro, dejó de pertenecerme desde que vio la luz, y, ahora, vosotros poseéis un pedacito de ella cada uno.

Mucha gente comenta que esto de los blogs es como una ventanita a la que asomarse al mundo, y es cierto, pero en mi caso quiero creer que sucede lo contrario: que vosotros queridas amigas y amigos sois los que os asomáis a la ventana de este humilde blog, o directamente, abrís la puerta y os metéis dentro.
Os acomodáis en mi pequeño mundo, y estáis realmente a gusto en él.
Y eso me hace muy feliz.

Un abrazo y mil gracias.
Sergio

domingo, 8 de agosto de 2010

Un blog que empieza


El otro día, posteando en Prosófagos conocí a una compañera que acababa de iniciarse en este mundo de los blogs. Podéis encontrarla virtualmente con el nick de Noachan, aunque su nombre verdadero es Raquel Cruz.
Y a punto de celebrar el primer aniversario de El alma impresa me pareció bonito daros a conocer su blog: "Diario de una novel", un blog que empieza. En su primera entrada (3 de julio de 2010), Raquel se definió como: “Una aficionada a la escritura que está luchando por merecerse la condición de escritora. Es dura la batalla a la que me enfrento con ilusión y por esa misma razón os garantizo que la emoción está servida.”
Muchos de nosotros compartimos con ella esa mezcla de cariño, tesón, quebraderos de cabeza y satisfacciones que nos da la literatura… Sea pues esta entrada un soplo de aire para sus velas recién arriadas. Un pequeño soplo, desde este lugar humilde, pero lleno de cariño.
¡Mucha suerte, Raquel!

domingo, 1 de agosto de 2010

Carta de un escritor novel a Pérez-Reverte

Al igual que muchos de vosotros he leído el artículo de Arturo Pérez Reverte publicado en el XL Semanal, titulado Carta a un joven escritor (I),
En líneas generales me gustó mucho, no obstante hay algunos puntos en los que no estoy de acuerdo. Para explicarlos voy a remitirme al artículo anterior. De hecho, la Carta a un joven escritor empieza así: "Pues sí, joven colega. Chico o chica. Pensaba en ti mientras tecleaba el artículo de la semana pasada."
El artículo al que se refiere es:
CARTAS DE DOBLE FILO.

Y he aquí mi respuesta al mismo:



Carta de un escritor novel a Pérez Reverte:

Estimado coterráneo, soy un escritor novel y aunque sé que no leerá esta carta por falta de tiempo y porque seguramente ni siquiera conocerá este humilde sitio del ciberespacio, me permito el lujo de responderle con la misma esperanza con la que un náufrago tiraría un mensaje en una botella al mar embravecido que rodea su isla desierta.
Vaya por delante que soy admirador suyo, que he leído muchos de sus libros, y que sigo con razonable asiduidad los artículos de Patente de Corso en el XL Semanal. Y no, no se preocupe, que esta carta no terminará como el Rosario de la Aurora, y que, tras ella, volveré a leer sus libros cuando me apetezca porque me gustan sus personajes, me gusta esa melancolía que destilan y esa visión del mundo donde todo está perdido y solo resta vivir tirando para adelante como mejor se pueda. Dicho esto, quisiera comentarle que no creo que usted se encuentre en una atalaya de soberbia, ni que deba convertirse en el salvador de los escritores noveles, y que, por supuesto, sería material y humanamente imposible que pudiera leer todo lo que le envían y no ha solicitado. También vaya por delante que jamás se me ocurriría mandarle uno de mis manuscritos.
Ahora bien, aunque le he dicho que no creo que se encuentre en una atalaya de soberbia, si me gustaría hacerle ver que, quizá, esté viviendo en otro mundo.
Pienso que los despechos de mis colegas noveles a los que alude tan duramente en la carta, son, sencillamente, un rasgo propio de la inmadurez del artista en ciernes, algo parecido al amante joven que cae en las redes del amor por vez primera y lanza fuego por los ojos. Eso no justifica que le insulten, ni que le deseen la peor de las muertes, claro está, pero, señor Reverte, a estas alturas del partido, con tantas cicatrices a cuestas, tantos escenarios de guerra en la chepa… con tanta vida detrás, no debería ponerse así. Yo mismo recuerdo que, hasta hace bien poco, uno de mis manuscritos, recién alumbrados, eran para mí poco menos que un tesoro… cosa santa, vamos. También recuerdo que tomé un berrinche parecido a los que usted alude en el artículo, cuando, al dedicarle uno de mis manuscritos a una amiga, ésta lo tuvo en su casa durante meses sin leerlo. Aquello me causó un estupor del que tardé en recuperarme.
Ahora, me he dado cuenta de que mis escritos no son tan importantes. En ellos he puesto mucho amor, mucho trabajo, horas en vela, esfuerzo, me he dejado un poco de vida, un poco de salud, un poco de juventud… pero no, no son importantes. Creo que el verdadero artista nace de la humildad, y que alcanzar esa humildad es un proceso difícil.
Pero si le decía que usted vive en otro mundo es, sencillamente, porque me gustaría que recordara aquella primera vez en la que siendo mucho más joven terminó una de sus obras, y se pregunte, con la honestidad que le caracteriza, si de verdad no le ayudó nadie, si de verdad nadie le dio un consejo, una indicación, un poco de aliento… ¿Nadie le tendió la mano?
Quizá la cuestión de fondo de su artículo no resida en que los autores noveles se sientan despechados porque usted no los atiende, quizá la cuestión de fondo sea preguntarse por qué tantos de ellos le piden ayuda. Y, ¿sabe lo que es peor de ser un escritor novel en este país ingrato donde vivimos?
Que la mayoría de los noveles son rechazados sin que nadie los haya leído nunca.

Un abrazo.
Sergio G.Ros.

domingo, 25 de julio de 2010

Dice la gente...

El sábado por la mañana mientras conducía, escuché una entrevista muy interesante. El entrevistado era el músico Kiko Veneno, que regresa al panorama musical con su nuevo trabajo “Dice la Gente”, volviendo con una gran discográfica (Warner).
Cuando la presentadora de radio le preguntó por qué había dado el salto a una gran Discográfica después de su conocida relación de amor-odio con las mismas (con sonoras rupturas), Kiko Veneno respondió con una larga parrafada que me resultó bastante familiar y extrapolable al mundo literario.
Explicó que la relación entre las Discográficas y el músico no es una relación de igualdad. El músico, como autor, crea y trabaja en su obra, pero cuando la termina, no tiene medios ni forma de hacerla llegar al Gran Público. Es ahí donde entran las Discográficas que sí tienen los medios. Pero, ojo, la cosa no es tan sencilla porque el músico tiene que esperar sentado a que suene el teléfono, porque son las Discográficas las que eligen y deciden si el producto del músico les interesa. Entonces y solo entonces, ofrecen un contrato que el artista puede o no aceptar. Veneno contó que en alguna ocasión se había sentido maltratado por las Discográficas.
La entrevistadora aprovechó entonces para reflexionar sobre lo frío que sonaba que una empresa que cotizaba en Bolsa (Discográfica) manejara el arte y decidiera lo que era bueno y no para el público, y Kiko Veneno respondió que, desgraciadamente, las cosas estaban así: eran las reglas de este mundo que nos había tocado vivir e hizo otra reflexión que me gustó mucho: comentó que nos han vendido un MUNDO GLOBAL, pero esa misma globalidad es la que está matando al Mundo. No se pueden encontrar soluciones globales para todos, pues muchas veces, los problemas deben ser resueltos a niveles locales.
Lo que me gusta de esa reflexión es precisamente la parte filosófica que encierra y que creo muy acertada: hoy en día la clave para vender es “conectar” con todo tipo de público, y para ello se buscan artistas cuyos trazos puedan encajar en muchos modelos de pensamiento, que pasen de puntillas por problemas, sentimientos y situaciones, y puedan gustar a mucha gente. Pero eso mismo desdibuja la particularidad de cada uno.
Y me quedo con otro apunte, uno que escuché decir una vez a un gran director de cine sobre Almodóvar: que triunfaba en el mundo entero porque era capaz de exportar su propio universo, su propia visión del mundo, de colores y formas, de entender la vida.
Así tomo este último apunte para pensar que, a pesar de todo, hay esperanza.
Buena semana.

sábado, 17 de julio de 2010

Objetivo cumplido, revisión terminada.


Hola, amigos.
Como habréis podido comprobar llevo un tiempo alejado del ciberespacio. El motivo ha sido la revisión de mi último manuscrito, “Su nombre empezaba por E”, al que para abreviar llamaré SNEE, costumbre que tomo prestada de Blas Malo, escritor y bloguero conocido por todos vosotros, cuyas peripecias podéis seguir en el excelente blog A Hemigway le negaron 27, y que en septiembre publicará su primera novela: El esclavo de la Alhamra, Ediciones B (título al que se refiere habitualmente con la abreviatura de EEDLA).
La verdad es que he quedado satisfecho con esta nueva revisión de SNEE. ¿Y qué diferencia tiene esta nueva revisión con las anteriores que hice? Pues destacaría varias, pero por encima de todo, una reducción de un 15% del número de páginas, lo que ha permitido la eliminación de subtramas románticas con personajes secundarios que en cierta forma lastraban el aspecto de thriller de la novela. En definitiva, me parece que ha quedado más limpia, más despejada. Obviamente, lo más difícil ha sido saber qué cortar y qué dejar, fue lo que más tiempo me llevó. Pero ahora, con el trabajo terminado, creo que ha merecido la pena.
¿Y ahora qué? Bueno, mientras las musas de la inspiración deciden visitarme, voy a dedicarme a leer un poco, pues tengo un buen puñado de libros pendientes. Me parece que no hay mejor forma para despejar la mente, y de paso aprender lo mucho que me queda por mejorar.
Ah, la imagen de cabecera no quiere decir nada, solo es una foto que hice en un barrio de mi ciudad porque me llamó mucho la atención. Los españoles no tenemos término medio: lo mismo encontramos calles sin un paso de cebra, y en cambio, esta callecita secundaria los tiene a docenas.
Un abrazo y buena (y calurosa) semana.

jueves, 1 de julio de 2010

Datos del sector editorial español 2009


El otro día me topé con un interesante artículo publicado en El País sobre el estado de nuestro sector editorial.
Me llamaron la atención varios detalles:
  1. Que la ficción ha subido en ventas, desmarcándose del resto del sector, lo que a mi parecer es una buena señal dentro de tanto pesimismo.
  2. Salen muchos títulos nuevos al mercado (más de la mitad del global son novedades, aunque con tiradas menores), lo que también, a priori, puede ser bueno para los que buscamos hacernos un hueco.
  3. Un dato extraño: el libro de bolsillo pierde fuelle frente a la tapa dura. Eso no me cuadra mucho en una época de crisis, y personalmente, a la hora de leer, prefiero el libro de bolsillo: es más cómodo, barato y práctico. Eso sí, la tapa dura viste más y tiene más calidad de impresión.

Bueno, dicho esto, os dejo el artículo completo (clicad aquí) para que le echéis un vistazo si os apetece y así podáis opinar con conocimiento de causa. Buen fin de semana a todos.


La venta de libros sigue bajando.


El sector editorial español facturó en 2009 un 2,4% menos que el año anterior. El libro digital supone el 1,6% de la facturación total
JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS - Madrid - 01/07/2010

"Con la que está cayendo, el sector aguanta". Lo dijo esta mañana Antonio María Ávila, director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) durante la presentación del informe sobre el comercio del libro en España en 2009. La que está cayendo, según Ávila, tiene un nombre (crisis) y dos caras: por un lado, la "atonía de los mercados, es decir, el miedo de los consumidores"; por otro, la "política errática" del Gobierno central y de los diversos gobiernos autonómicos respecto a las bibliotecas publicas y, sobre todo, respecto a los libros de texto. He aquí algunas claves del informe, patrocinado por el Ministerio de Cultura y CEDRO .

Menos libros vendidos. Concretamente cuatro millones de libros menos (236 millones de ejemplares en 2009 frente a los 240 de 2008 y los 250 de 2007).

La revolución de los derechos. El sector editorial español facturó en 2009 3.110 millones de euros frente a los 3.185 del año anterior, es decir, un 2,4% menos. Esa facturación, no obstante, alcanza la cifra de 3.250 millones de euros si se le suma la venta de derechos de autor (a otros países, a otras editoriales), con lo que la caída del 2,4% se transformaría en una subida del 0,9%. ¿Qué ha pasado? Ha pasado que el sector sufrió una pequeña revolución en ese capítulo: en 2009 ingresó por ese concepto 139 millones de euros; en 2008 no había ingresado más que 33 millones. El único "problema" es que sectores todavía clave en el sector editorial como los libreros y distribuidores no intervienen en el floreciente comercio de los derechos.

Más títulos, menos ejemplares. Los que piensan que en España se edita demasiado tienen un motivo más para pensarlo. En 2009 se publicaron 76.200 títulos, de los que el 55% fueron novedades. El año anterior la cifra fue de 73.000 títulos. Eso sí, el miedo a las devoluciones hizo que los editores fueron algo más cautos en cuanto a las tiradas: la media se redujo a 4.300 ejemplares por título frente a los 5.000 de 2008. Así, el número total de ejemplares bajó alrededor de un 10%. Las editoriales siguen sacando novedades en busca de un título de éxito pero el riesgo en menor cuando éste no llega.

A comprar al hipermercado. Las librerías y las cadenas de librerías siguen siendo el punto de compra de libros preferidos por los lectores españoles (bajan levísimamente en cuanto a la facturación), pero la gran revolución se ha producido en los hipermercados, que suben un 10%. Por otro lado, canales como la venta de las editoriales por Internet (las librerías quedan aparte) y la venta por correo, por teléfono o a crédito (es decir, el reino de las enciclopedias) se desploman. Su caía se mueve entre el 20 y el 48 %.

La ficción sube. Suben la literatura infantil y juvenil (un 4,5%) y la narrativa (un 3,2%). Los problemas para el sector editorial no deberían, pues, venir ni de los lectores del futuro ni de los presentes amantes de la ficción.

El libro de texto baja. El libro de texto no universitario, que supone el 27% del mercado interior, baja un 6% en su facturación. Según la FGEE, debido a una política más dirigida por la economía que por la pedagogía: frente al "razonable" cheque libro de algunas comunidades autónoma, el "poco pedagógico" sistema de préstamo y reutilización de otras. Para 2010, Antonio María Ávila anunció una "grave crisis" en el libro de texto.

El otro subsector son "problemas notables" según la FGEE es el de los libros científico-técnicos (caen un 2%) y, sobre todo, el de ciencias sociales y humanidades (cae un 10%). ¿El motivo? Dos según Ávila: "La alergia de la universidad española al libro" y la "piratería digital ejercida por los profesores" a través de las webs de las propias facultades.

Casos aparte son el cómic, que baja un 19%, y la poesía y el teatro, que se desploman: caen un 38%. Malos tiempos para la lírica.

A la crisis no le gusta el bolsillo. Muchos pensaron al anunciarse la desaceleración-recesión-crisis económica que el libro de bolsillo (7 euros de precio medio, la mitad aproximadamente que su hermano mayor) sería un buen refugio para los lectores. No ha sido así. En 2009 se vendió un 10% que el año anterior.

El tran-tran del libro electrónico. El libro digital, que aparece por primera vez en el informa anual de la FGEE, facturó en 2009 51 millones de euros, es decir, el 1,6% del total. En ese mismo año se comercializaron en formato digital 10.500 títulos. Es muy posible que todos esos datos sean ya prehistoria: sólo la plataforma Libranda tiene previsto comercializar ese mismo número de títulos a finales de 2010.

¿Un 4% para 2010? Con todas las prevenciones pero con la tendencia que se vio en Sant Jordi y en las distintas ferias del libro y ante la evidencia de que vivimos en el segundo año completo de crisis, Antonio María Ávila aventuró una cifra para la caída del sector editorial español durante este año: 4%. La respuesta, en 365 días.

martes, 22 de junio de 2010

Psicosis, de Robert Bloch

Reseña publicada originalmente en Llegir en cas d´incendi.

http://www.llegirencasdincendi.com/2010/06/psicosis-robert-bloch.html



Psicosis
Robert Bloch
Traducción: Ester Mendía Picazo
Editorial: La Factoría de Ideas
1ª edición, abril de 2010
192 páginas
Género: Terror / Thriller
ISBN: 9788498005622

En 1957, varios agentes de policía de Plainfield (Wisconsin) registraron la propiedad de Ed Gein, granjero al que habían detenido como presunto culpable de la desaparición de Bernice Worden, la dueña de la ferretería del pueblo. Poco podían imaginar que además de cientos de desperdicios, Ed Gein almacenaba toda clase de restos humanos: cabezas intactas, muebles forrados en piel, huesos, mandíbulas…. Su granja era un verdadero museo de los horrores. A partir de ese momento pasaría a ser conocido como el carnicero de Plainfield y considerado como uno de los más brutales asesinos en serie de los Estados Unidos de Norteamérica. En las escasas declaraciones que hizo, confesó haber profanado varias tumbas de personas conocidas para llevarse sus cadáveres a casa.

El caso de Gein pronto despertó un profundo interés, sobre todo por su desconcertante y compleja personalidad donde confluían varias perversiones distintas: fetichismo, travestismo, voyerismo, canibalismo y quizá necrofilia. Los psiquiatras consideraron que una de las causas del origen de su patología estaba en la relación que mantuvo con su madre, una mujer fanática que no consintió que ni él ni su hermano se relacionasen con nadie externo que pudiera pervertirlos. Cuando la madre murió, Gein, que sufría un fuerte complejo de Edipo, se obsesionó con la figura materna. Declaró también que “madre” le hablaba en las duermevelas, y tal vez por esa misma razón mantuvo su habitación intacta y perfectamente ordenada.

En 1959, el escritor de ciencia ficción y terror Robert Bloch (1917-1994) publicó una novela inspirada en el caso de Gein. Los derechos fueron adquiridos por un director británico que la llevaría a la gran pantalla un año más tarde, en 1960. Ese director se tomó muchas molestias para que el público no conociera el desenlace de la trama: compró todas las copias de la primera edición del libro, obligó a sus actores a firmar un contrato por el que se comprometían a no desvelar el final, realizó las grabaciones en un entorno cerrado y prohibió los pases previos del film. Ahora se cumplen cincuenta años de esa película, titulada Pshyco (que fue mal traducida al español como Psicosis), dirigida por Alfred Hitchcock: una de las grandes obras maestras del cine.

La editorial La Factoría de Ideas ha reeditado la novela homónima de Bloch. Quizá ustedes se hagan la pregunta que yo me hice antes de leer el libro: ¿merece la pena cuando uno ya sabe de qué va la historia? Y sobre todo: ¿qué puede ofrecernos cuando planea sobre ella la gigantesca sombra del mito cinematográfico? Pues permítanme que les diga que Psicosis es una pequeña joya literaria, un círculo perfecto y cerrado que leerán en un santiamén.


La historia tiene apenas la extensión de un cuento largo, con una prosa sencilla, sin ornamentos pero tremendamente efectiva, efectista y poderosa. Además de la atmósfera, los giros argumentales son desconcertantes, pero, destaca por encima de todo la capacidad de Bloch para mantener el suspense y dejarnos con la miel en los labios al final de cada capítulo. Consigue algo que muy pocas novelas logran con muchas más páginas o tramas más enrevesadas: mantener el suspense, mimarlo y hacer que crezca el interés del lector.

Particularmente interesante es también la forma en la que Bloch resuelve la interacción de Norman Bates con su madre, con una prosa en tercera persona, diálogos sagaces, y un estilo indirecto donde el narrador se funde con el protagonista y nos hace leer lo que piensa, cómo piensa y por qué lo piensa.

Denostada por la crítica literaria de su tiempo, la novela quedó dilapida con el estrellato de la película, y Hitchcock se quedó con todos los honores. Quizá Robert Bloch, que fue amigo y admirador de Lovecraft, tuvo una trayectoria literaria irregular durante toda su vida (a pesar de haber recibido los premios Hugo, Bram Stoker y el premio Mundial de Fantasía), en la que cultivó cuentos, relatos y guiones de radio, cine y televisión, y también varias novelas. Sin embargo, creo que esa variedad de oficios quedaron impresos de alguna manera en Psicosis, una novela cerrada sobre una historia aparentemente sencilla que les atrapará hasta el final.


Sergio G. Ros

jueves, 17 de junio de 2010

Un premio para El alma impresa

¡Hola amigos!

Arlette Geneve, escritora cuyo nombre estoy seguro que os sonará pues sus novelas están siempre entre los libros más vendidos (El carcelero de Isbiliya , La Rendición del Highlander , La última cita…), ha tenido la enorme gentileza de obsequiar a este blog con el Premio Superación. Sus palabras de halago me han tocado las fibras del corazoncito, y me han hecho una tremenda ilusión.
Y, aunque suene a falsa modestia, ¡qué leñe, me apetece ponéroslas!

Conozco muchos amigos que están luchando día a día para hacerse un hueco en el mundo literario, sin desfallecer, sin perder la esperanza, confiando a pesar de las negativas, sabiendo que tarde o temprano llegará el momento idóneo en el que un editor comprobará la enorme calidad literaria de sus escritos. Y cuando ese día llegue, que tiemble John Ronald Reuel Tolkien. Patrick Süskind. Robin Cook e incluso Stephen King. Los pongo como ejemplo porque son mis autores fetiches, lo que me han hecho enfadar, pasar miedo, deleitarme con su narrativa.
Y tras pensarlo mucho, he decidido que el blog que se merece un premio a la superación, es el de mi amigo Sergio G. Ros. Os pongo el enlace de su página para que disfrutéis de este magnífico escritor y crítico literario. Es un privilegio tenerlo entre mis amistades.

Tampoco puedo dejar de recomendaros que visitéis su página web, donde podréis conocer un poquito mejor a esta escritora bestseller: http://arlettegeneve.es/

¡Muchas gracias, Arlette!, ¡yo si que soy afortunado por tenerte como amiga!

Por otro lado, ahora me toca a mí elegir un blog para este premio. También lo he meditado bastante... y he decidido otorgárselo a “Aventuras y desventuras de un escritor novel”, el blog de Armando Rodera. Todos vosotros conocéis a Armando, sus enormes esfuerzos por publicar, su ilusión, su trabajo… Creo que se lo merece de largo. Estoy convencido de que tendrá su hueco. Por el momento, os recomiendo encarecidamente que disfrutéis de sus entrevistas, y sobre todo, de un tiempo a esta parte con sus excelentes crónicas del mundo editorial que son cercanas y muy provechosas (especialmente) para todos aquellos que no vivimos en las grandes capitales españolas. ¡Ah! Y además de escribir novelas, hace reseñas literarias.

¡Joer, editores y agentes, el chico es completito!

P.D. He elegido la foto de Nick Vujicik surfeando junto a Bethany Hamilton. Sobran las palabras, ¿verdad? Pero si tenéis curiosidad, en Internet podréis encontrar cientos de páginas dedicados a ellos.

sábado, 12 de junio de 2010

Las partículas elementales, de Michel Houllebecq.


El pasado jueves por la tarde me encontraba sentado esperando mi turno en la peluquería (sí, sí… hasta los que apenas tenemos pelo vamos a la peluquería). Entre mis manos un libro: Las partículas elementales, de Michel Houllebecq, la novela propuesta para la tertulia que se celebra este sábado; me quedaban unas cincuenta páginas por leer.
Esas páginas me dejaron completamente noqueado. Creo que es lo más bello que he leído en mucho tiempo.
Así que, cuando me llegó el turno, no intercambié ni una palabra con mi peluquero, cosa del todo inusual. Pienso que debió darse cuenta de que algo me pasaba porque tampoco intentó "romper el hielo" y me dejó estar.
Dice el filósofo-escritor Fernando Arrabal que a Houllebecq se le sambenita o se le escupe a la cara. De hecho, Houllebecq, autor francés (que reside en Almería), ha levantado a su alrededor opiniones extremas y encontradas, pero lo cierto es que sus libros no dejan indiferente a nadie porque socavan conciencias.
Las partículas elementales es un aglomerado de filosofía, ciencia y vulgaridad, pero me ha llamado poderosamente la atención que casi nadie, cuando opina sobre la novela, hable sobre la técnica, el estilo y sobre la belleza del mismo.
Argumentalmente, la novela presenta una dicotomía clara, marcada por sus dos personajes centrales: Bruno y Michel, dos hermanastros (misma madre, distintos padres) con estilos de vida totalmente opuestos: Bruno, obsesionado por el sexo y por todo lo carnal en proporción desmedida, Michel, obsesionado por el conocimiento y la ciencia hasta extremos metafísicos. La narración alterna la historia de uno y otro dibujando un fresco sobre la sociedad actual, heredera de la supuesta liberación impulsada por los jóvenes de los sesenta: Mayo del 68, época Hippy… y lo hace con precisión quirúrgica, desmontando una tras otra, todas las angustias que cercan al ser humano de estos días. Las opiniones que se vierten en el libro dan palos a tantos tipos de personas, filosofías, creencias o formas de entender o vivir la vida, que es imposible que alguno de ellos no te afecte, te roce, o te queme.
Por otro lado, muchos de los comentarios negativos que he leído sobre la novela esgrimen la narración pornógrafa de la misma: las descripciones explícitas sobre sexo. No en vano, la palabra “polla” aparece más de una treintena de veces, pero a mi entender, no es el sexo en sí mismo lo que irrita: lo que perturba es el papel del sexo como catalizador de las angustias de la sociedad actual, de las frustaciones que acarrea, de la esclavitud que genera como comunión indisoluble con el cuerpo del ser humano, ese aspecto tan importante e individual que nos pesa como un lastre.

—La mayoría de los hombres prefieren la mamada —continuó—. La penetración les molesta, tienen problemas de erección. Pero cuando los chupas se vuelven como niños pequeños. Tengo la impresión de que el feminismo los ha marcado mucho, más de lo que les gustaría confesar.
—…. Los hombres que envejecen solos son mucho menos dignos de compasión que las mujeres en la misma situación. Ellos beben vino malo, se quedan dormidos, les apesta el aliento; se despiertan y empiezan otra vez; y se mueren bastante deprisa. Las mujeres toman calmantes, hacen yoga, van a ver a un psicólogo; viven muchos años y sufren mucho. Tienen el cuerpo débil y estropeado; lo saben y sufren por ello. Pero siguen adelante, porque no logran renunciar a ser amadas. Son víctimas de esta ilusión hasta el final. A partir de cierta edad, una mujer siempre tiene la posibilidad de frotarse contra una polla; pero ya no tiene la menor posibilidad de ser amada. Los hombres son así, eso es todo.

El cuerpo y el miedo a envejecer, que traiciona a los seres humanos que basaron una vida entera en la importancia de la juventud, de la salud extrema, física y superficial.

No obstante, las mujeres que tenían veinte años en torno a «la época del 68» se encontraron, al llegar a los cuarenta, en una enojosa situación. Por lo general divorciadas, casi nunca podían contar con esa conyugalidad —cálida o miserable— cuya desaparición habían acelerado todo lo posible. Formaban parte de una generación que había proclamado la superioridad de la juventud sobre la edad madura —la primera generación que lo había hecho hasta ese extremo—, y no era de extrañar que la generación que venía detrás las despreciara. El culto al cuerpo que habían contribuido tanto a establecer las llevaba, a medida que se marchitaban, a experimentar una repugnancia cada vez más viva hacia sí mismas; una repugnancia semejante a la que leían en las miradas ajenas.

...Ya me he dado cuenta hace un momento de que mi coño no te atraía mucho; ya es un poco el coño de una vieja. Con la edad, la pérdida de colágeno y la fragmentación de la elastina en la mitosis hacen que los tejidos pierdan de manera progresiva la firmeza y la elasticidad. A los veinte años yo tenía una vulva muy bonita; ahora, me doy perfecta cuenta de que los labios están un poco descolgados.»

Todo ello impulsado por la propia Sociedad donde vivimos, que ha hecho del deseo, un leit motiv que roza lo religioso. Es el deseo, en la actualidad, el motor de la economía (el capitalismo exacerbado), una economía que hay que apuntalar porque se derrumba, y que, peor aún, ha a atrapado en su declive, como los cascotes de un terremoto, a las peronas y sus esperanzas.

…la mutación metafísica operada por la ciencia moderna conlleva la individuación, la vanidad, el odio y el deseo. En sí, el deseo, al contrario que el placer, es fuente de sufrimiento, odio e infelicidad. Esto lo sabían y enseñaban todos los filósofos: no sólo los budistas o los cristianos, sino todos los filósofos dignos de tal nombre.

Y en ese desfile de opiniones punzantes, encontramos radiografías viscerales sobre hombres y mujeres, crueles y filosóficas, que cercenan espíritus y tendencias.

—Nunca he entendido a las feministas... —dijo Christiane a media cuesta—. Se pasaban la vida hablando de fregar los platos y compartir las tareas; lo de fregar los platos las obsesionaba literalmente. A veces decían un par de frases sobre cocinar o pasar el aspirador; pero su gran tema de conversación eran los platos por fregar. En pocos años conseguían transformar a los tíos que tenían al lado en neuróticos impotentes y gruñones. Y en ese momento, era matemático, empezaban a tener nostalgia de la virilidad. Al final plantaban a sus hombres para que las follara un macho latino de lo más ridículo. Siempre me ha asombrado la atracción de las intelectuales por los hijos de puta, los brutos y los cabrones. Así que se tiraban dos o tres, a veces más si la tía era muy follable, luego se quedaban preñadas y les daba por la repostería casera con las fichas de cocina de Marie-Claire. He visto el mismo guión repetirse docenas de veces.

Pero es indiscutible que muchas de esas opiniones que salen de las bocas de los personajes, o del propio narrador onmisciente, son reflejo de la realidad que nos rodea:

La fama cultural sólo era un mediocre sucedáneo de la verdadera gloria, la gloria en los medios de comunicación; y ésta, vinculada a la industria del entretenimiento, acumulaba más dinero que cualquier otra actividad humana. ¿Qué eran un banquero, un ministro o un empresario frente a un actor de cine o una rock star? Financiera y sexualmente, y desde todos los puntos de vista, cero. Las estrategias de distinción que Proust había descrito con tanta sutileza no tenían ningún sentido en la actualidad.

Lo cierto es que Houllebecq va desmenuzando al ser humano que somos, que fuimos, de una manera muy peculiar: ahí es donde entra su estilo. La voz narrativa alterna una gran variedad de registros que tienen su propio tempo, registros que van desde la vulgaridad más exacerbada y molesta, hasta tesis científicas de lo más incomprensibles para los neófitos. Lo curioso de ese estilo es que no hay una división clara en el texto cuando se produce el relevo entre uno y otro lenguaje, las aseveraciones científicas aparecen de pronto, en un punto y seguido, lo que dota a los párrafos de una objetividad racional de tal calibre que embriagan todo el texto, de modo, que, queramos o no, lo hacen compacto y terriblemente realista:

En el silencio que siguió a esta demostración vocal, se oyó claramente una mosca que cruzó la habitación antes de posarse en la cara de Jane. Los dípteros se caracterizan por la presencia de un solo par de alas membranosas implantadas sobre el segundo anillo del tórax, de un par de balancines (que sirven para mantener el equilibrio en vuelo) implantados sobre el tercer anillo del tórax, y piezas bucales chupadoras. Cuando la mosca se aventuró sobre la superficie del ojo, Michel sospechó algo.

—Tienes recuerdos de distintos momentos de tu vida —resumió Michel—, y estos recuerdos se presentan bajo diversos aspectos; vuelves a ver ideas, motivos o caras. A veces te acuerdas sencillamente de un nombre, como el de esa Patricia Hohweiller de la que me acabas de hablar y a la que ahora no serías capaz de reconocer. A veces te acuerdas de una cara sin poder asociarle ni siquiera un recuerdo. En el caso de Caroline Yessayan, todo lo que sabes de ella se concentra en esos pocos segundos de precisión total en los que tenías la mano en su muslo. Las historias coherentes de Griffiths se introdujeron en 1984 para reunir las medidas cuánticas en narraciones verosímiles. Una historia de Griffiths se construye a partir de una serie de medidas tomadas más o menos al azar en momentos diferentes. Cada medida expresa que una determinada cantidad física, diferente de una medida a otra, se encuentra comprendida, en un momento dado, dentro de una determinada escala de valores. Por ejemplo, en el momento t1, un electrón tiene cierta velocidad, determinada con una aproximación que depende del modo de medida; en el momento t2, el electrón está situado en cierto sector del espacio; en el momento t3, tiene cierto valor de espín. A partir de un subconjunto de medidas se puede definir una historia, lógicamente coherente, de la que en cambio no puede afirmarse que sea verdadera.; simplemente, puede sostenerse sin contradicción. Entre las historias del mundo que son posibles en un marco experimental determinado, algunas pueden reescribirse en la forma normalizada de Griffiths; se llaman, entonces, historias coherentes de Griffiths, y en ellas es como si el mundo se compusiera de objetos aislados, dotados de propiedades intrínsecas y estables. No obstante, el número de historias coherentes de Griffiths que pueden reescribirse a partir de una serie de medidas es, por lo general, bastante superior a 1. Tú tienes conciencia de tu yo; esta conciencia te permite emitir una hipótesis: la historia que eres capaz de reconstruir a partir de tus propios recuerdos es una historia coherente, que justifica el principio de narración unívoca. Como individuo aislado, empeñado en existir durante cierto lapso de tiempo, sometido a una ontología de objetos y propiedades, no te cabe la menor duda sobre este punto: se te puede asociar, necesariamente, una historia coherente de Griffiths. Esta hipótesis a priori te sirve para la vida real, pero no para el mundo de los sueños.

Ahora bien, el libro sorprende por dos cosas: primero, porque en último término se comporta estrictamente como una novela de ciencia ficción, con un final aplastante comparable quizás al de Soy Leyenda, de Matheson. La segunda, se debe a esas últimas páginas con las que iniciaba esta entrada (las previas a la tercera parte), despojadas tanto de vulgaridad como de ciencia, donde hay un narrador puro, sin artificios, de una sutileza conmovedora que te rompe el corazón. Unas páginas que valen una novela entera.
Así que digan lo que digan, yo me quedo con la historia de Bruno y Michel, y las mujeres que los acompañan, Christiane y Annabelle, cuatro seres que viven en dimensiones distintas, que viven intensamente sus pasiones, pero que durante años no llegar a rozarse. Causas y efectos existenciales, donde la traición y la fidelidad cobran tintes dramáticos y conmovedores.
Retazos de seres humanos sumidos en la tristeza de la vida y de la muerte que apuntan directamente a la eternidad.

Sergio G.Ros.
...Sobre Michel Houllebecq (extraído de la Wikipedia):

Michel HouellebecqMichel Thomas (Saint Pierre, Isla de Reunión, 26 de febrero de 1958 –certificado de nacimiento– o 1956), conocido como Michel Houellebecq, es un poeta, novelista y ensayista francés. Sus novelas Las partículas elementales y Plataforma se convirtieron en hitos de la nueva narrativa francesa de finales del siglo XX y comienzos del XXI. Ambas le otorgaron cierta consideración literaria pero también dieron lugar al llamado «fenómeno Houellebecq», que provocó numerosos y apasionados debates en la prensa internacional. Reside desde hace algún tiempo en el Cabo de Gata (Almería, España).

Hijo de padres atípicos que, al parecer, se desentendieron de él desde muy pequeño, pasó su infancia y adolescencia con su abuela paterna, de la cual adoptó su apellido como pseudónimo. De este hecho biográfico nacen algunos de sus temas recurrentes en su obra, como su fijación en las miserias afectivas del hombre contemporáneo. En 1980 se licenció como ingeniero agrónomo. Trabajó un tiempo como informático, experiencia que quedará reflejada en su primera novela.

Con la publicación en 1994 de Extension du domaine de la lutte, que se llegó a comparar con El extranjero de Camus, pasó del anonimato total a convertirse, gracias exclusivamente al boca a boca, en autor de uno de los libros más vendidos del año. La obra fue traducida a numerosas lenguas (entre ellas el español, con el título Ampliación del campo de batalla) y le dio a conocer al gran público. Algunos críticos, cogidos a contrapié, creyeron que su éxito sería flor de un día, pero ese vaticinio se disipó de golpe con la publicación de su segunda novela, Les Particules élémentaires, considerado el mejor libro francés de 1998 por la revista Lire y galardonada con el Prix Novembre. Ese mismo año obtuvo además el Premio Nacional de las Letras para jóvenes talentos. Su tercera novela, Plateforme, le convirtió definitivamente en estrella mediática, no sólo por traducirse a más de 25 lenguas sino por ser objeto de una agria polémica en torno a su supuesta islamofobia y por su visión amoral de la explotación sexual del Tercer Mundo.

A causa de la presión mediática, dejó Francia y vivió en Irlanda durante algunos años. Después se instaló en el sur de España, donde reside actualmente. En su obra se aprecia la influencia de autores tales como el Marqués de Sade, Howard-Phillips Lovecraft y Louis-Ferdinand Céline.